martes, 16 de octubre de 2018

La Comunidad


Este es un periódico virtual en el que hoy mostraremos en este día algunas de las noticias donde se dan opiniones de la ética y su relación con otros temas.

 La ética en las redes sociales.


Podemos señalar que las redes sociales, siendo parte importante de las tecnologías de la información, han influenciado abiertamente en la construcción, pero también en el detrimento de algunos planteamientos éticos y morales de la actual sociedad; reconsiderando la génesis de la ética informativa, tales como el respeto a la intimidad familiar y personal, derecho al honor y la buena imagen, derecho a la libertad de expresión, a la propiedad intelectual, entre otros.


Al mismo tiempo determinamos como derechos y valores éticos, otrora invulnerables, en razón al expansionismo casi incontrolable de estas formas sociales de comunicación, hacen que estas puedan hacer peligrar los derechos de los usuarios, llámense ”followers o fans”, afectando incluso decisiones trascendentales como los destinos de una nación tal como se evidencio en el “Brexit” y sus consecuencias aún por definir para la nación inglesa en razón de su controvertida salida de la Unión Europea; de igual consonancia podemos registrar también, bajo el mismo contexto, las pasadas elecciones presidenciales de los Estados Unidos o en el caso colombiano los resultados del plebiscito por la paz, lo cierto es que los resultados pueden exceder el orden ético vigente en nuestra sociedad.


Finalmente, cabe cuestionarse si realmente la búsqueda de notoriedad sin límites en lo ético y moral justifica la voracidad con la que las redes sociales buscan “monetizar” y posicionar su modelo de negocio a través de la indexación de publicidad, incluso llegando a generar falsos escenarios, sustentados por el desarrollo de las “fake news” como productos de un periodismo muy difundidos a través de ellas.


La salud



los experimentos médicos de los nazis en los presos de los campos de concentración aumentaron las preocupaciones acerca de la vulnerabilidad de los seres humanos en la investigación médica. Por otra, los rápidos avances de la medicina en materias como la salud reproductiva, el trasplante de órganos y la genética plantearon dudas acerca de los fines y los límites de la tecnología médica. Por último, el surgimiento de los movimientos en defensa de los derechos civiles durante la postguerra hizo que muchas miradas se centraran en el desequilibrio de poder entre médicos y pacientes y la consiguiente necesidad de que los pacientes pudieran controlar las decisiones relativas al cuidado de su propia salud.



En los últimos años, se han realizado esfuerzos para ampliar el alcance del análisis ético en la atención sanitaria con objeto de centrarse de forma más directa en las cuestiones de salud pública.
A diferencia del tradicional énfasis de los expertos en bioética en la relación médico-paciente, la ética de la salud pública se centra en el diseño y aplicación de medidas para la vigilancia y mejora de la salud de las poblaciones. Asimismo, la ética de la salud pública trasciende la atención sanitaria para considerar las condiciones estructurales que promueven o dificultan el desarrollo de sociedades sanas.

El aborto, desde un punto de vista ético



El aborto constituye un importante problema moral de nuestros días. La relajación de las leyes contra el mismo, en muchos países, y la propaganda en favor de más relajación, lo han puesto a la orden del día. Necesitamos distinguir cuidadosamente entre la moralidad del aborto mismo y la supuesta moralidad de su legalización.


El aborto espontáneo no es culpa de nadie. De lo que aquí tratamos es del aborto inducido, que es provocado voluntariamente. Si se persigue la muerte del niño como fin o como medio, se trata de un matar directo y no de una simple exposición del niño a peligro, porque mediante dicho acto se lo saca del único lugar en donde puede vivir, y se le pone en un lugar en donde no puede vivir; no hay manera más eficaz de matar a una persona que esta. Nadie puede pretender seriamente que el niño muere de causas naturales después que ha nacido, porque no se le ha permitido nacer apropiadamente. Todo matar consiste en contrariar la naturaleza, de tal modo que una persona muera de ello.

La situación es distinta si la muerte del niño nonato es solamente indirecta, de modo que sólo sea permitida y no querida como un medio o como un fin. La situación del aborto indirecto se produce cuando la madre ha contraído alguna enfermedad grave (el embarazo mismo no constituye una enfermedad, sino un estado natural) y el único tratamiento viable, ya sea médico o quirúrgico, habrá de tener dos efectos, esto es: la cura de la enfermedad de la madre y la muerte del niño. Este es el tipo de caso al que sí puede aplicarse el principio del doble efecto.


Las redes sociales


Es probable que una discusión filosófica planteada hace tantos años pueda salirse del alcance de una investigación informática, así tenga un especial enfoque en las leyes relacionadas con dichos temas. Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones pertinentes para quienes cuenten con conocimientos diferentes a los del común.


El desarrollo de aplicaciones para las más populares redes sociales es un aspecto que no escapa de esa discusión, donde se plantea el cumplimiento de la ley, así la actitud sea éticamente incorrecta.
Es necesario considerar el desconocimiento de muchos aspectos de estas herramientas en la gran mayoría de usuarios de las redes sociales. Muchos de ellos, llevados por su curiosidad y deseo de estar en contacto con las personas a su alrededor, se registran en una red aceptando ciegamente los términos y condiciones relativos a dicho sitio web.

En ese momento comienza una cadena de actitudes desafortunadas, tanto por parte del nuevo usuario, como de quienes quieran aprovecharse de su falta de conocimiento.
Las redes sociales cuentan con un perfil público donde el usuario puede configurar su nivel de privacidad, de esa manera está en sus manos la cantidad de información que quiera publicar a quienes puedan no tener ninguna relación directa con él.
El desconocimiento por parte de muchos usuarios de esas políticas es un aspecto común, no es raro buscar alguna persona en el directorio de la red y encontrar todos sus datos sin siquiera enviar una petición de amistad y sin que ésta sepa que sus datos están expuestos a todo el público.

Mucho se ha argumentado acerca de los límites de la ley y la aplicación de la ética en su cumplimiento. Cuando un programador saca provecho de las ventajas que tiene sobre todos los que no poseen conocimientos informáticos avanzados, no está violando ninguna ley, peor aún cuando esas personas han aceptado poner sus datos a disposición de un tercero, así sea de manera involuntaria.
No obstante, surge la pregunta, ¿ese programador es ético? La cuestión se sale de los alcances de la legislación y depende única y exclusivamente de la concepción del bien y el mal de cada persona.


¿Hay ética en la medicina?


No se puede hablar de un sistema de atención a la salud sin que vengan a la mente ideas relacionadas con su compromiso moral. En un muy amplio sentido, la atención a la salud lleva implícita la búsqueda del bien para seres humanos, sean individuos sanos o enfermos, sean grupos aquejados de algún problema o a los que se trata de evitarlo al realizar acciones preventivas.

Algunos consideran que los problemas de la genética y la genómica no son médicos. A pesar de lo discutible del punto, se puede sostener que en esencia sí lo son, particularmente por los alcances de las posibles consecuencias de la aplicación de estos conocimientos. La preocupación central de la medicina y, por supuesto la del médico, es el bien de los pacientes y la responsabilidad moral que su búsqueda implica. En este sentido, la mayor parte de la problemática moral y de la reflexión ética que suscita, se dan alrededor de la relación médico–paciente.
La suma de la autonomía del paciente como concepto básico, permite modificarla posición tradicional del médico, paternalista, para buscar una corresponsabilidad en la toma de decisiones, misma que lleva en sí la ventaja de que los puntos de vista del paciente y su familia entran en juego. Las decisiones no pueden ser solamente técnicas. Involucran múltiples factores que dependen de las características y condiciones de todo ser humano, de cada caso médico en particular. Por ello, tomar en cuenta opiniones, saberes e inquietudes del paciente y su familia, en el caso en que esto sea factible, permitirá disponer de una mayor y mejor posibilidad de hacer las cosas de forma conveniente.
Por otra parte, la dimensión actual de la salud pública trae consigo otros problemas morales: se debe tener en cuenta la responsabilidad de la sociedad y del Estado en la búsqueda de la salud de sus miembros. Junto a este compromiso poblacional, también se debe considerar la necesidad de hacerlo con la intención de alcanzar condiciones de justicia social, en lasque la distribución de los recursos para la salud sea accesible a todos, además de equitativa. En este sentido, los asuntos económicos, de costo–beneficio, de eficiencia y eficacia de las medidas terapéuticas y preventivas toman un papel preponderante.

También es necesario considerar que la actitud moral del médico y su capacidad de reflexión ética, son principios básicos para que alguien sea considerado como un buen médico. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, por supuesto eso no basta, se requiere otro aspecto, el conocimiento adecuado, actualizado y pertinente para el contexto en el que desarrolle su actividad profesional.
La primera y fundamental obligación moral del médico tiene que ver con el conocimiento, con la capacidad, con el manejo de los procesos diagnósticos y de los esquemas terapéuticos más indicados, en una palabra, con su preparación. En ese sentido, se debe entender que esta es una responsabilidad que requiere de la actualización continua y sistemática del médico. No basta con haber sabido, con haberse formado en la escuela o en la residencia con un nivel adecuado. Privar a un paciente de una posibilidad terapéutica conveniente es algo inadmisible. Actuar por omisión o por comisión es absolutamente rechazable.



Integrantes:
Julian Eduardo Anaya Mayagoitia
Luis Armando Becerra Guzmán
Luis Alejandro Saucedo Rubalcaba
Juan Carlos Rodríguez Izquierdo














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